lunes, 29 de diciembre de 2008

ESE NIÑO TIENE OJO

Hectorcito amaneció triste, con un ojo "apagado", la abuela fue la primera en notarlo... ese niño tiene ojo.

Empezó la diarrea, la fiebre, la debilidad. El niño lloraba hasta que perdió las fuerzas, tan débil y deshidratado que ya no podía llorar.

Directo al medico. Corriendo preocupados, el niño no para de vomitar. El medico lo llamo infección, examenes, inyecciones, mil medicinas; llevense al niño a casa que va a estar bien.

Al día siguiente el niño no se quería levantar, esta demasiado deshidratado, demasiado cansado, apenas abre los ojos. Otra vez vamos al doctor... otra vez la misma falacia... otra vez los mismos examenes... otra vez el mismo resultado. La muerte ronda la casa.

Dijo la abuela... ese niño tiene ojo... hagan caso se les va a morir. Yo vi al bolo que paso aquí y el niño el día siguiente se puso mal. Vamos donde la sobadora, la señora de Santiago es buena.

Yo como todo iluso moderno hijo de los colegios de niños engañados y amigo de la television creyéndome muy inteligente me rehusaba a creer que eso era la solución. Me rehusaba a aceptar que halláramos cura donde una estafadora yerbera.

Accedimos a la autoridad de la matriarca abuela que no acepto un no por respuesta. Hectorcito no reaccionaba, terriblemente mal.

Nos parqueamos en un barrio pobre del pueblo y los vecinos inmutados por el grupo de gente extraña que entraba a la pequeña casa. Una anciana nos dio la bienvenida, no aparentaba mayor misterio ni tenia la cara de bruja que me esperaba. Una anciana del pueblo con su delantal y un aroma a hierbas que inundaba la casa. Desnude al niño, acuestelo aquí. Saco una botella con trocitos de hojas de colores y un olor a alcohol con mentol y otras hierbas; froto el cuerpo del niño con este liquido de pies a cabeza (no lo colgó y le golpeo los pies como yo esperaba), luego encendió un puro de tamaño, color y forma inusual. Después de exhalar humo varias veces en la cara y cuerpo del niño lo envolvió y cayó dormido.

Para mi sorpresa y para cambiar todo en lo que creo, dos horas después despertó hectorcito y empezó a tomar su pacha. La cara del niño cambio y la diarrea ceso.

La abuela dijo..... Ya ven hijos, ese niño tenia ojo!

No es cuento, no es invento. Creanlo o no es verídico.

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