Gracias por el claroscuro de la luna hermosa que se asomo entre las nubes en ese día depresivo, sin sentido, insignificante, triste, lento y negro. Gracias por hacerme voltear hacia arriba y verle, recostada junto a una nube, gracias por esa sonrisa de un minuto, gracias por poder reír como enfermo mental solo mientras manejaba, gracias por recordar lo ridículo de mis problemas.
Gracias por esa lágrima rodando por mi cara al sentir el abrazo y el beso de la vieja que me adora, que me espera, que me cuida, que me llora. Gracias por la mueca de falsa sonrisa para disimular la necesidad de romper en llanto.
Gracias por este nudo en mi garganta mientras escribo estas letras y escupen mis dedos desnutridas lineas.
Gracias porque justo ese día tenia que aparecer ese retrato viejo y usado del difunto abuelo que me hizo recordar lo que el significa, lo que el enseño a la familia.
Gracias por recordarme lo que en realidad significa "amigo" y no sobre dimensionar el termino. Gracias por las felicitaciones, falsas y verdaderas; gracias por los que no se acordaron.
Gracias mi señor por 25 años en este mundo. Gracias por mis problemas, por mis deudas y pendientes; si no los tuviera, que aburrido trajinar y pulular sería este.
