Estúpido 14 de febrero, estúpido San Valentín. Fecha consumista alimentada por la alineación.
Estúpidos peluches con mensajes cariñosos, estúpidos emos quinceañeros regalando rosas de un alto de la Juan Pablo. Estúpidos los que se agolpan a restaurantes y bares para consumir, gastar, regalar, "celebrar".
Estúpido San Valentín gracias por haber llegado; me hiciste recordar cuanto la amo. Todos los días lo siento adentro de mi pero por algún motivo me hiciste pensar en que pasaría si la pierdo... si la pierdo mi desnudista arquero, sería una bomba de neutrones, sería un efecto doppler, la crucifixión de San Pedro en mi corazón (De cabeza, bañado en brea y encendido en llamas), un holocausto moderno sin necesidad de nazi alguno.
Pero no va a pasar, no la voy a perder, no la voy a dejar ir. Por ella y nuestro retoño sería capaz de matar, sería capaz de quemar el mundo entero y volverlo a reconstruir, capaz de bajar al infierno y silbarle su madre a Lucifer, capaz de escupir en la cara de la tortura, capaz de reírme de mi depresivo ser.
Es su abrazo en la noche de frio lo que me hace caminar al día siguiente, es su beso que espero todo el día el que me hace seguir cuerdo, su regaño, su grito, su enojo, lo que me quiebra y me levanta. Y tanto la necesito que a veces me convenzo de que me odia para ver su sonrisa que ilumina mi día, para sentir su beso que hace mis piernas temblar. Y soy tan estúpido que parece que la alejo a veces para que regrese y me haga feliz con su ternura.
"Que quieren que haga si se enamoro... Que quieren que diga si me enamore… nos enamoramos” reza en su canción de antaño de este chapín eterno, me recuerda como me enamore y como no hay nada ni nadie mas en mi mente desde entonces hasta que muera... y yo que quisiera la mitad del talento de este tipo para decirle a mi musa cuanto la amo, cuanto detesto San Valentín pero cuanto adoro que me felicite y me bese, que busque cualquier excusa para hacer a este perdedor sentir especial.
